Jerez de la Frontera
Muchos creen que esta pequeña ciudad es la Andalucía por excelencia que cualquiera puede encontrar. Aunque las ciudades más grandes como Cádiz y Sevilla darán a conocer este honor, Jerez es bien conocido en varios frentes sin mucha palabrería. Es el centro de la cultura equina española y hogar de la invención del vino de jerez fortificado. Once palacios europeos y un palacio morisco y una fortaleza que se avecinan están disponibles para visitas guiadas. Durante uno de los muchos festivales aquí, hay una gran oportunidad de ver el baile flamenco tradicional en la ciudad donde se inventó.
Uno de los pueblos más nobles de Cádiz aúna el esplendor de los palacios aristocráticos con el sabor popular de las casas típicamente andaluzas. Características que cada año se lucen en la celebración de la Feria del Caballo, declarada de Interés Turístico Internacional. Esta enorme oferta cultural se enriquece con los aromas de una cocina regional en la que destaca la Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda. Una visita a una de las bodegas de la ciudad ayudará a los viajeros a comprender mejor su tradición vitivinícola.
Fundada por los fenicios con el nombre de Xera, durante la Edad Media fue lugar de incursiones fronterizas ya que se encontraba en el límite del Reino de Granada, que estaba bajo control musulmán. Cuando los Reyes Católicos la conquistaron, ya era conocida por la excelencia de sus vinos. La creación de su propia raza de caballos, la Cartujana, también pertenece a la Edad Media. Recibe su nombre en honor a la cartuja de Santa María de la Defensión en Jerez. Fueron sus monjes quienes crearon y criaron esta variedad durante siglos hasta que, tras la venta de tierras de la iglesia de Mendizábal, la cría de caballos pasó a los ganaderos de la región.
El principal símbolo cristiano de la ciudad, la Catedral, está muy cerca. Situada en el solar de una mezquita, la antigua colegiata de San Salvador combina elementos barrocos y neoclásicos en su estructura. La torre mantiene influencias mudéjares. En su interior podemos admirar obras de Zurbarán. Al otro lado de la Fortaleza se encuentra la plaza e iglesia de San Miguel, un hermoso espacio abierto rodeado de naranjos. Los estilos gótico, renacentista y barroco han creado una composición especial, rematada por un notable retablo mayor.
Una vez pasada la Plaza del Arenal, los siguientes puntos de referencia son las Salas de Actos y Ayuntamiento Municipal, la iglesia de San Dionisio de aspecto mudéjar (patrón de la ciudad), y el Convento de San Francisco, que tiene un claustro del siglo XIII.
La parte más antigua de esta zona, rodeada por las antiguas murallas, cuenta con valiosos ejemplos de arquitectura religiosa y civil, como las iglesias de San Mateo y San Lucas y los palacios de Riquelme y Permantín Esta antigua residencia de la aristocracia local es hoy el Centro Andaluz de Flamenco. . Este es un buen lugar para conocer más sobre este arte, del que Jerez es maestro, a través de sus instalaciones audiovisuales, biblioteca especializada y biblioteca de grabaciones.
La cría de caballos cartujana también está íntimamente ligada al desarrollo de esta ciudad andaluza. Aquí tiene lugar la Feria del Caballo, fiesta declarada de Interés Turístico Internacional donde los caballos y jinetes tienen un claro protagonismo. Durante estos días la equitación y los concursos se acompañan de cantos, bailes y comida, siempre presentes en los stands de la feria. Esta tradición ecuestre queda patente en instituciones como la Yeguada de la Cartuja, la Yeguada Militar y el Centro de Reproducción Equina. En el Recreo de las Cadenas, obra del arquitecto francés Garnier y sede de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, podemos asistir a una demostración de “Cómo bailan los caballos andaluces”.
En las afueras de la ciudad, la oferta cultural y de ocio se completa con la Cartuja de Santa María de la Defensión, Monumento Nacional, y varios campos de golf, uno de ellos a pocos kilómetros del aeropuerto de Jerez de la Frontera.
La cocina jerezana suma su amplia gama de vinos a la elaboración de sus recetas más típicas, por lo que se cuecen carnes, mariscos y pescados al jerez o al estilo jerezano, lo que indica la inclusión de fino, amontillado, oloroso o Pedro Ximénez. A la sopa con tomate, gazpacho y guiso con garbanzos le siguen las "torrijas" (pan con vino y frituras) y los "tocinos de cielo" (tortas de yema de huevo). El vinagre, los vinos y el brandy deben ser de la denominación de origen Jerez.
Jerez de la Frontera es también un buen punto de partida para ir a las extensas playas de la Costa de la Luz, donde lugares como Sanlúcar de Barrameda, Cádiz o Chiclana de la Frontera son lo más destacado. Los pueblos de montaña que componen la Ruta de los Pueblos Blancos son un buen ejemplo de desarrollo urbano integrado en un terreno accidentado. Se puede recorrer un bello paisaje, entre los que podemos mencionar los parques naturales de Bahía de Cádiz, Entorno de Doñana y La Breña y Marismas de Barbate.
Además de la oferta de alojamiento en Jerez de la Frontera, dos buenas opciones para alojarse en la región son los paradores de turismo de Cádiz y Arcos de la Frontera.
Uno de los pueblos más nobles de Cádiz aúna el esplendor de los palacios aristocráticos con el sabor popular de las casas típicamente andaluzas. Características que cada año se lucen en la celebración de la Feria del Caballo, declarada de Interés Turístico Internacional. Esta enorme oferta cultural se enriquece con los aromas de una cocina regional en la que destaca la Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda. Una visita a una de las bodegas de la ciudad ayudará a los viajeros a comprender mejor su tradición vitivinícola.
Fundada por los fenicios con el nombre de Xera, durante la Edad Media fue lugar de incursiones fronterizas ya que se encontraba en el límite del Reino de Granada, que estaba bajo control musulmán. Cuando los Reyes Católicos la conquistaron, ya era conocida por la excelencia de sus vinos. La creación de su propia raza de caballos, la Cartujana, también pertenece a la Edad Media. Recibe su nombre en honor a la cartuja de Santa María de la Defensión en Jerez. Fueron sus monjes quienes crearon y criaron esta variedad durante siglos hasta que, tras la venta de tierras de la iglesia de Mendizábal, la cría de caballos pasó a los ganaderos de la región.
Herencia musulmana
El pasado árabe de Jerez de la Frontera queda patente en sus murallas, la Fortaleza y la Mezquita. Esta última es hoy la ermita de Santa María la Real. El origen almohade (s. XII) del edificio se manifiesta en las torres octogonales. Entre otras estancias, la Fortaleza cuenta con baños, cubiertos con bóvedas en las que se abrían lucernarios. La torre del palacio de Villavicencio, edificio barroco que forma parte del conjunto monumental, tiene una cámara oscura desde la que se divisa toda la ciudad.El principal símbolo cristiano de la ciudad, la Catedral, está muy cerca. Situada en el solar de una mezquita, la antigua colegiata de San Salvador combina elementos barrocos y neoclásicos en su estructura. La torre mantiene influencias mudéjares. En su interior podemos admirar obras de Zurbarán. Al otro lado de la Fortaleza se encuentra la plaza e iglesia de San Miguel, un hermoso espacio abierto rodeado de naranjos. Los estilos gótico, renacentista y barroco han creado una composición especial, rematada por un notable retablo mayor.
Una vez pasada la Plaza del Arenal, los siguientes puntos de referencia son las Salas de Actos y Ayuntamiento Municipal, la iglesia de San Dionisio de aspecto mudéjar (patrón de la ciudad), y el Convento de San Francisco, que tiene un claustro del siglo XIII.
La parte más antigua de esta zona, rodeada por las antiguas murallas, cuenta con valiosos ejemplos de arquitectura religiosa y civil, como las iglesias de San Mateo y San Lucas y los palacios de Riquelme y Permantín Esta antigua residencia de la aristocracia local es hoy el Centro Andaluz de Flamenco. . Este es un buen lugar para conocer más sobre este arte, del que Jerez es maestro, a través de sus instalaciones audiovisuales, biblioteca especializada y biblioteca de grabaciones.
Cavas y caballos
Otra forma de conocer la cultura jerezana es visitando sus numerosas bodegas, donde se elaboran los vinos de la Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda. Aquí podremos conocer los métodos de elaboración tanto tradicionales como modernos y degustar los diferentes tipos de vino de Jerez. Destaca también la peculiar arquitectura de estos templos del vino. Podrás disfrutar de cavas diseñadas por Gustav Eiffel (La Concha de González Byass), estructuras con más de 4.000 arcos de hierro (Gran Bodega de Domecq), o la Bodega del Tío Pepe, Patrimonio Histórico de Andalucía por ser representativa del Docomomo. ”Movimiento Moderno. También es interesante visitar el Museo de Etiquetas del Siglo XIX.La cría de caballos cartujana también está íntimamente ligada al desarrollo de esta ciudad andaluza. Aquí tiene lugar la Feria del Caballo, fiesta declarada de Interés Turístico Internacional donde los caballos y jinetes tienen un claro protagonismo. Durante estos días la equitación y los concursos se acompañan de cantos, bailes y comida, siempre presentes en los stands de la feria. Esta tradición ecuestre queda patente en instituciones como la Yeguada de la Cartuja, la Yeguada Militar y el Centro de Reproducción Equina. En el Recreo de las Cadenas, obra del arquitecto francés Garnier y sede de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, podemos asistir a una demostración de “Cómo bailan los caballos andaluces”.
En las afueras de la ciudad, la oferta cultural y de ocio se completa con la Cartuja de Santa María de la Defensión, Monumento Nacional, y varios campos de golf, uno de ellos a pocos kilómetros del aeropuerto de Jerez de la Frontera.
La cocina jerezana suma su amplia gama de vinos a la elaboración de sus recetas más típicas, por lo que se cuecen carnes, mariscos y pescados al jerez o al estilo jerezano, lo que indica la inclusión de fino, amontillado, oloroso o Pedro Ximénez. A la sopa con tomate, gazpacho y guiso con garbanzos le siguen las "torrijas" (pan con vino y frituras) y los "tocinos de cielo" (tortas de yema de huevo). El vinagre, los vinos y el brandy deben ser de la denominación de origen Jerez.
Jerez de la Frontera es también un buen punto de partida para ir a las extensas playas de la Costa de la Luz, donde lugares como Sanlúcar de Barrameda, Cádiz o Chiclana de la Frontera son lo más destacado. Los pueblos de montaña que componen la Ruta de los Pueblos Blancos son un buen ejemplo de desarrollo urbano integrado en un terreno accidentado. Se puede recorrer un bello paisaje, entre los que podemos mencionar los parques naturales de Bahía de Cádiz, Entorno de Doñana y La Breña y Marismas de Barbate.
Además de la oferta de alojamiento en Jerez de la Frontera, dos buenas opciones para alojarse en la región son los paradores de turismo de Cádiz y Arcos de la Frontera.